Historia de Manta

Según Gustavo Álvaro Silva, en su obra "Así es Manabí...!" el hombre que pobló esta provincia fue inmigrante, y que los Mayas llegaron a este territorio por el año 500 después de Cristo, pero para ese tiempo Manabí (palabra procedente de dos vocablos quichuas: Mana, que significa nada, y Phi que quiere decir agua; ya estaba poblado por otros hombres. 

Entre los pueblos antiguos y de mayor cultura en Manabí están los Mantas, quienes eran sedentarios, pacíficos y de gran dote artístico. Su principal ciudad era Jocay. Posiblemente la actual ciudad de Manta se construyó sobre los restos de esta población Manteño - Huancavilca llamada Jocay, Jo que significa pez y Cay que significa casa.

De acuerdo con las investigaciones, los Mantas tenían nariz aguileña y usaban narigueras y orejas como adorno. Las deformaciones de la cabeza eran cosa común, especialmente entre los nobles y los sacerdotes, su ocupación principal era la agricultura que la habían desarrollado a tal punto que crearon sistema de terrazas agrícolas en los cerros de hoja y Jupe. También se dedicaron a la agricultura y a la pesca.

Según el investigador Marshall Saville, Jocay se extendió varios kilómetros a la orilla del Océano Pacífico. Numerosas ruinas de casa y templo se encuentran en los cerros Jaboncillos, De Hojas, y Bravos, lo que demuestra que tenían una población numerosa.

Cieza de León, otro historiador cuenta que los mantas eran politeístas, hacían sacrificios humanos y quemaban inciensos en sus templos. Su deidad más importante era UMIÑA que se cree era una esmeralda del tamaño de un huevo de avestruz, a la que le ofrecían esmeraldas menores para recibir salud.
 

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