La manufactura del sombrero de paja toquilla es una actividad artesanal que esta muy difundida en la provincia del Cañar.
Una vez cultivada la fibra en la montaña se procesa la paja en los propios lugares de producción, contratando los dueños a trabajadores vecinos de la zona de cultivo, quienes, mediante el ripiador o unas púas eliminan la parte exterior de la fibra o sus filos para obtener la paja, haciendo 4 tapas de cada cogollo.
Realizando el desvene se procede al cocinado y secado de la paja, para venderlas en bultos a los comerciantes mayoristas de la sierra, quienes a su vez entregan a las pajeras o revendonas de paja, para que realicen la venta de la materia prima en los mercados de las ciudades de Cuenca y Azogues.
La artesanía de los sombreros de paja toquilla, es una manufactura que requiere de poco tiempo para el aprendizaje, de menos fuerza material, capital, utensilios y herramientas, facilitando que cualquier persona, sin distinción de sexos e incluso de edades, estén capacitadas para la realización de este oficio.
Una vez adquiridos los cogollos, se comienza el tejido de los sombreros. El número de cogollos que deberán comprar depende del tipo a clase del sombrero por confeccionarse.
Dentro de los instrumentos esta la horma constituye el pilar de esta artesanía. Es la encargada de dar forma al nuevo sombrero, también permite al artesano apretar la paja con la finalidad de darle al tejido mayor consistencia y dureza.
El sombrero consta de tres partes:
Las exportadoras y a su vez procesadoras de los sombreros, realizan los siguientes pasos técnicos, indispensables dentro de esta manufactura; azoque y compostura que engloba a su vez lavado, hormado, maceteado, sahumado, planchado y sustitución de pajas.
Técnica mediante la cual se aprietan los remates a cabos de los sombreros para que el tejido no se abra y le ofrezca un máximo de seguridad al usuario.
Lo realizan por lo general en cesta de plástico para luego enjaguarlos y eliminar los residuos que de este material pudiera haber quedado en los sombreros.
Las casas exportadoras para el sahumado o blanqueado completan la producción por lo menos semanal de los sombreros y en un cuarto hermético, construido a propósito, someten la paja o el sombrero ya terminado, a vapores de azufres por un lapso no menor de 8 a 10 horas, no pudiendo por ningún motivo abrirse este antes del tiempo señalado.
Se lo realiza en los patios o en lugares amplios, dependiendo la duración de las condiciones del clima: así, en verano los sombreros tardan en secarse una o dos horas, si el sol es fuerte de lo contrario una mañana.
Son técnicas simultáneas. En el primer caso los compositores emplean la horma, ajustando el sombrero terminado a ella, para darle la forma correcta, mientras se lo macetea o golpea con un mazo de madera, para igualar la superficie de tejido y mejorar su aspecto general.
Las técnicas que se emplean en los sombreros tinturados son todas las antes explicadas, con la peculiaridad de que después del blanqueamiento, se lo tintura o tiñe.
Concluido este proceso se pasa la clasificación de los sombreros, se tiene en cuenta la calidad, forma, tamaño, clase y color de los mismos, para finalmente realizar el empaque o embalaje como paso previo la exportación.
Fotografía | Comprar souvenirs