Los Cañaris, es un pueblo indígena de los andes ecuatorianos de habla quichua que habita mayoritariamente en la provincia del Cañar y Azuay.
Su lengua e idioma actual es el kichwa, quedando rezagos de considerable terminología del “cañarí “, que a supervivido al tiempo, luego de la conquista de los incas y españoles. El idioma cañari es una lengua indígena actualmente extinta. En el grupo mestizo la lengua oficial es el español.
Los cañaris son 150 000 habitantes aproximadamente.
Los cañaris se dice que se caracterizaron por tener vestimenta única y original, que no compartía lazos con ninguna otra cultura. Esto antes de la conquista del imperio Inca y de los españoles. Sin embargo, no se encuentran estudios detallados de esto.
Actualmente su vestimenta es similar a otros pueblos utilizando ponchos y sombreros elaborados de lana de ovejas o borregos. Tanto hombres y mujeres utilizan:
Los hombres del utilizan:
La mujer viste:
Entre sus adornos tradicionales utilizan:
La vivienda cañari era rústica, las casas de barro y piedra (materiales propios del entorno) se construían de forma rectangular y se techaban con paja, y en su interior no podía faltar la tullpa o fogón.
Por lo general la vivienda familiar consta de dos chozas: dormitorio y cocina edificados con el material básico, la tierra, que mezclada con paja sirve para los adobes, apisonada para el piso, con carrizo para el anchacliado del techo o también para levantar los poyos de descanso. Además, como elementos constructivos también se utiliza los pingos de madera o chaguarqueros para armar la cubierta y sobre estas se pone la paja como protección.
La cocina cumple un papel muy importante en la vida del indígena por la serie de factores que reúne: el fogón o tullpa proporciona fuego para preparar los alimentos brinda el calor vital para contrarrestar el frío del páramo, el humo que produce sirve para ahumar ciertos alimentos.
En la cocina también está el cuyero y a veces, los nidos o cushas de pocas gallinas que poseen. Además, allí está instalada la ashunga, especie de cesto plano donde se ponen a madurar los quesos y otras golosinas que de cuando en cuando se pellizcan. En el corredor se hallan los telares de cintura con los que trabajan los tejidos.
Los productos utilizados en la dieta alimenticia son: el maíz, papa, melloco, oca, mashua, fréjol y calabazas, en combinación con la carne de res, chancho, borrego y cuy, que se obtiene mediante la domesticación de animales o la compra en los mercados.
La bebida principal es la chicha de jora que se prepara en grandes tinajas de barro.
El gobierno general de los Cañaris era una monarquía federativa. Cada Curaca o Régulo gobernaba independientemente su propia tribu; pero, en los casos graves relativos al bien general, todos los jefes se reunían a deliberar en asamblea común, presidida por el Señor o Régulo de Guapondelig (llamada Tomebamba luego de la conquista Inca), quién ejercía indudablemente cierta jurisdicción sobre los demás.
Los Régulos practicaban la poligamia y el primer hijo varón sucedía al padre en el gobierno. Todos los jefes no eran iguales en poder y riquezas; por lo cual entre todos ellos se aliaban, protegiéndose los unos contra la opresión de los otros.
Estan ubicados en la sierra sur, en las provincias de Azuay y Cañar.
En la provincia del Azuay, en los cantones:
En la provincia del Cañar en los cantones:
Destacan los tejidos de vestimenta en lana, principalmente elaborados en telares manuales de espalda o cintura rudimentarios, tales como ponchos y fajas, elementos clásicos del pueblo cañarí comunes en sus comunidades, además de la confección de sombreros de lana.
En la ciudad se desarrolla la talabartería, principalmente la elaboración de elementos de cuero y suela como monturas y cinturones.
Conjunto Musical: este conjunto estaba constituido por cuatro músicos entre ellos un guitarrista, un violinista, un charango y un tamboreo, vestidos a la usanza de las costumbres culturales de los cañarís.
Entre los instrumentos musicales se destaca:
Caja o tambor: Es un instrumento de percusión, de pequeño tamaño confeccionado a partir de madera pequeña o balsa, misma que es cubierta con la piel de oveja (pila cara) u otro animal menor. Al golpeando en los trayectos o caminos produce sonidos glamorosos fácilmente identificados a distancia.
Pingullo y Huajairo (quena): El pingullo es un instrumento de viento confeccionado en huesos de venado o alas de cóndor de ser posible. El Huajairo es una especie de flautín que emite un sonido más alto, lúgubre y muy triste.
Es una antigua ceremonia religiosa en honor a Pachacámac o Pacha Kamaq, cuyos preparativos inician anualmente desde el mes de enero, celebrándose en marzo, para agradecer y compartir los productos que cada año les obsequia la Pachamama o madre tierra. El Pawkar Raymi también es conocido, en algunas comunidades, con el nombre de Sisa Pacha (época del florecimiento) o TumariPukllay (juego ceremonial con agua y flores).
Festividad celebrada en el mes de febrero por comunidades indígenas que expresa y contiene un profundo sustrato mítico que rememora la lucha de sus ancestros, en lo social se fundamentan los conceptos de intercambio y reciprocidad, que reproducen el fortalecimiento comunitario, al igual que se manifiesta en la visita anual que realiza casa por casa el Taita Carnaval, bueno y generoso, que viene acompañado por su contrario el Yarcay, espíritu que personifica el hambre, la pobreza y la mala suerte.
Una de las tradiciones que tiene como legado el pasado glorioso de la nación Cañari-Inca, constituye la fiesta del sol y la cosecha del solsticio de junio.
Recoger esta vivencia milenaria, permite que nuestras raíces étnicas conserven todo su esplendor y colorido a través del canto y la alegría de los vientos que nacen de los verdes campos y los dorados trigales de este suelo.
El Inty Raymi es en sí el símbolo de la gratitud de los pueblos andinos que ofrecen a la Paccha Mama (madre tierra), por la bondad de haber permitido una buena producción y cosecha de productos tradicionales, la gratitud se celebra con la presencia de música y danza, concentrándose más de un centenar de conjuntos autóctonos.
Este evento cultural ha traspasado las fronteras, puesto que a éste vienen representantes de la música y danza de países andinos, de similares características étnicas, para participar de esta Fiesta del Sol.
Este evento se lleva a cabo todos los años, del 17 al 21 de junio, y se celebra en la ciudad de Cañar, en las inmediaciones del Parque de Guantug y en Ingapirca.
Celebración de carácter religioso que se celebra todos los años los días 24 y 25 de diciembre, con el tradicional pase del niño Jesús en el centro de la ciudad, donde participan en la celebración niños y niñas de los centros educativos, así como también de las comunidades, vestidos de sus mejores trajes y diferentes disfraces con motivo de celebrar la Navidad o el nacimiento del niño Dios.
En parte de las tradiciones del pueblo de Cañar en el centro de la ciudad se encuentra la celebración de los años viejos el 31 de diciembre, en donde los barrios y clubes elaboran los ya tradicionales monigotes (años viejos) en donde se caracterizan o sobresalen los más importantes hechos ocurridos en el trascurso del año que pasa,, en temas relacionados a acontecimientos políticos, sociales, culturales a nivel nacional, internacional y especialmente local como una crítica constructiva sentida por sus pobladores.
Igual connotación presenta la fiesta de la comparsa de los inocentes que se realiza el 6 de enero con el desfile y presentación de las comparsas de los inocentes.
Los Cañaris consideraban el diluvio como el origen de su raza, relativamente como una tradición religiosa. Decían en tiempos muy antiguos que habían perecido todos los hombres en una espantosa inundación, que cubrió todo la tierra. La tierra de Cañaribamba estaba ya poblada, pero todos sus habitantes se ahogaron, logrando salvarse solamente dos hermanos varones en la cumbre de un monte, el cual, por eso, se llamaba Huacay-ñan o camino de llanto. Conforme crecía la inundación, se levantaba también sobre las aguas este cerro; los antiguos moradores, que, huyendo de la inundación, habían subido a los otros montes, perecieron todos, porque las aguas cubrieron todos los demás montes, dejándolos sumergidos completamente.
Los dos hermanos, únicos con vida después de la inundación, de la cueva en que se habían guarecido salieron a buscar alimento; más cuál no fue su sorpresa, cuando, volviendo a la cueva encontraron en ella manjares listos y aparejados, sin que supiesen quién lo había preparado. Esta escena se repitió por tres días, al cabo de los cuales, deseando descubrir quién era el ser misterioso que les estaba proveyendo de alimento, determinaron los dos que el uno saldría en busca de comida, como en los días anteriores, y que el otro se quedaría escondido en la misma cueva. Como lo pactaron, así lo pusieron por obra. Estando el mayor en acecho para descubrir el enigma, entran de repente a la cueva dos guacamayas, con cara de mujer; quiere apoderarse de ellas el indigena, y salen huyendo. Esto mismo pasó el primero y el segundo día.
Al tercero, ya no se ocultó, el hermano mayor sino el menor: éste logró tomar a la guacamaya menor, se casó con ella y tuvo seis hijos, tres varones y tres hembras, los cuales fueron los padres y progenitores de la nación de los Cañaris. La leyenda no dice nada respecto de la suerte del hermano mayor, pero refiere varias particularidades relativas a las aves misteriosas: las guacamayas tenían cabello largo y lo llevaban atado, a uzanza de las mujeres cañaris: las mismas aves fueron quienes dieron las semillas a los dos hermanos, para que sembraran y cultivaran la tierra.
Otro mito cañari dice que ellos descienden de una culebra o serpiente. Según los Cañaris la laguna de Ayllón (Zhim Zham) es un mítico sitio, pues según la tradición religiosa, de allí emergió una serpiente, esta serpiente puso dos huevos de los cuales surgieron un hombre y una mujer, de ellos dos desciende toda la raza cañari. Luego la serpiente murió dentro de la propia laguna de la que emergió.
Por ello la Laguna de Culebrillas fue lugar sagrado de la Gran Confederación Cañari, en determinadas épocas del año y con ceremonias de gran esplendor, se arrojaban allí piezas de cerámica, oro y plata, así como también la concha Spondylus (considerada sagrada por los pueblos sudamericanos).4
Los Cañaris llamaban a la laguna "leoquina", que quiere decir "Laguna de Culebra". Esta laguna es parte de un sistema lacustre, que se originó probablemente luego de que enormes masas de hielo que cubrían la zona (en la época glaciar) se derritieran. Este fenómeno no solo trajo a la zona sistemas lacustres como Culebrillas, sino que causó la formación de bosques andinos, que rodean sus ríos y lagunas.5
En 1978 se descubren en esta laguna vestigios de un graderío de origen cañari que parte desde la tierra y se hunde en las aguas de la laguna, el 25 de enero de 1987 fue encontrado un andén de piedra labrada de 4m de largo por 0,80m de ancho. En este mismo lugar se descubrieron las ruinas de una construcción de piedra labrada de 11m de largo por 7m de ancho. Siendo estos los cimientos de un adoratorio cañari. También cerca existe una cantera incaica llamada "Labrascarumi" y tambo real finamente construido por los Incas.
Comprar souvenirs | Degustar platos típicos | Fotografía
Duración sugerida: 3 a 5 horas
Dirección: Cañar y Azuay, - Cañar
Rutas turísticas