Datos importantes de los Taromenane
- Los Taromenane son un grupo o pueblo indígena cercano a los Huaorani, que se segregó aprox. hace 110 años debido a luchas internas. Por lo que ha desarrollado características diferentes en su lenguaje, la forma de trabajar sus casas y sus armas.
- Habitan en el Parque Nacional Yasuní, provincia de Orellana, en Ecuador, dentro de la Zona Intangible Tagaeri-Taromenani (ZITT) cerca de la frontera con Perú, en áreas despobladas.
- Decidieron vivir aislados, sin contacto con los gobiernos ni las estructuras estatales y rechazan cualquier interferencia externa. Viven de acuerdo a sus propias normas y costumbres. Se mantienen al margen del contacto con personas externas a su clan incluso con los propios Huaorani, a quienes no consideran parte de su etnia.
- Habitan en territorios cercanos, pero no comparten espacio con los Tagaeri, Waorani o Kichwa de la Amazonìa. Cada grupo tiene territorios intrínsecamente delimitados.
- Su forma de vida se basa en la caza y la recolección.
- Se sabe poco sobre ellos, el conocimiento que se tiene proviene principalmente de fotografías aéreas, rastreo satelital y testimonios indirectos. Los Huaorani, los describen como criaturas casi mitológicas, gigantes, similares pero diferentes, como guerreros muy rápidos como el jaguar y con armas precisas y grandes.
- Se estima que existen unos 150 a 300 taromenanes, estas cifras pueden no ser exactas. Aún practican el nomandismo y mantienen su cultura ancestral en la selva amazónica.
- Algunos de los contactos con los Taromenane han sido sangrientos, resultando en la muerte de trabajadores, misioneros o funcionarios que fueron atacados con lanza. También han protagonizado enfrentamientos con otros grupos indígenas.
Organización sociopolítica
La organización social de los Taromenane está basada en clanes familiares, cada uno con una estructura jerárquica determinada por la edad, el género y el papel de cada miembro dentro de la comunidad. La figura más importante es el awene, líder o sabio, que es generalmente un anciano o una persona con gran conocimiento de los rituales y las tradiciones. Este liderazgo se transmite dentro de las familias y tiene una gran influencia en la toma de decisiones, aunque las decisiones también se toman de manera colectiva en asambleas o rituales, donde todos los miembros del clan tienen voz.
Los Taromenane viven según su cultura en sus territorios tradicionales, pero en una situación de extrema fragilidad debido a su vulnerabilidad, desprotección y asimetría frente al avance de la cultura occidental. Esto ha conducido a la colonización de sus territorios, la evangelización, el comercio ilegal de madera, la extracción de recursos naturales no renovables y otras actividades legales como el turismo y la investigación científica.
Se mantienen escondidos e incluso cocinan de noche para evitar ser vistos debido al humo. No representan una amenaza para nadie, excepto para los intrusos que atentan contra su aislamiento.
Economía
Los Taromenane poseen una economía de subsistencia, con muy poco intercambio comercial entre las distintas comunidades y con sociedades externas. Su alimentación se basa en la caza de mamíferos y aves del bosque, la recolección de frutos y otros productos alimenticios silvestres, y en menor medida, de la pesca (Yost & Kelley 1983; Rival 1993).
La agricultura de los Taromenane es incipiente (está en sus primeros estadios o etapas de desarrollo): abren chagras o kewecode en el bosque mediante el corte de árboles, y, una vez que la madera se pudre, cultivan principalmente yuca (Manihot esculenta) y plátano (Musa x paradisiaca).
Vestimenta de los Taromenane
La vestimenta tradicional de los Taromenane refleja su estrecha relación con la selva. Usan prendas simples elaboradas con materiales locales. Los hombres llevaban una prenda de algodón llamada gumi o come, que sujetaba el pene desde el prepucio hacia el cuerpo para mayor comodidad. Las mujeres y los niños utilizaban ropa más fina, colocada alrededor de la ingle. En ocasiones, las mujeres jóvenes se vestían con hojas suaves, dispuestas cuidadosamente sobre el pubis debido a su fragilidad.
Vivienda de los Taromenane
Su casa tradicional se desarrolla dentro del universo de la hamaca y el fogón. Generalmente hechas con materiales naturales disponibles en la selva, como madera, palma, bambú y hojas de diferentes plantas. Las casas se levantan en el suelo y se utilizan estructuras simples pero funcionales que permiten el resguardo del calor, la lluvia y los insectos. El techo suele ser de hojas tejidas cuidadosamente, mientras que las paredes son hechas de cañas o madera entrelazada.
Estas viviendas son temporales y se pueden mover a medida que el grupo se desplaza en su modo nómada.
Expresiones culturales
Las fiestas de los Taromenane están profundamente relacionadas con su vida cotidiana en la selva y sus prácticas agrícolas y de subsistencia.
Fiesta de la yuca o Kene
Relacionada con las leyendas sobre su origen y la cosecha. En esta fiesta, se celebran rituales en los que se convoca a la unidad y se comparte el trabajo de cosecha de los productos de sus cultivos, como yuca y plátano. Los awene (líderes) invitan a la comunidad a participar en la cosecha de l ayuca de los kewecode (espacio utilizado para cultivar) y, después, la yuca se procesa y se consume en una ceremonia que refuerza la cohesión del grupo.
Dos leyendas relacionadas al Kene, una dice que robaron la yuca al tapir, y la otra cuenta que la recibieron de Wegongui (Da clic en seguir leyendo para leerlas). En esta fiesta, el awene invita a la cosecha en sus plantaciones, recolectando los frutos y dejándolos en la casa del propietario, quien se encarga de recoger leña para ahumarla o endulzarla.
Rituales de iniciación
Durante esta celebración los ancianos o pikenanis realizan actos simbólicos como la perforación de los lóbulos de las orejas a los más jóvenes con un pedazo de madera de “tewe”.
Cosmovición Taromenane
La cosmovisión de los Taromenane está profundamente enraizada en su relación con la selva amazónica y sus habitantes, los animales, las plantas y los elementos naturales. Este pueblo cree en la existencia de un mundo espiritual donde las fuerzas de la naturaleza y los espíritus juegan un papel vital en sus vidas. Su dios principal es Weogongui, a quien consideran el espíritu creador.
Otro símbolo central de su cosmovisión es kenguiwe o el águila arpía, que representan como un símbolo de astucia, fuerza y belleza. Este majestuoso ave es vista como un guardián que les avisa cuando hay peligro y, al mismo tiempo, se la respeta como un ser superior con habilidades extraordinarias para la caza.
Los Taromenane consideran que están protegidos por los espíritus de los animales que cazan, como el jaguar o la mencionada águila arpía, y tienen una relación simbiótica con el entorno natural. Creen que la selva es su hogar y que la tierra les otorga los recursos para su supervivencia. Sus rituales y tradiciones están orientados a mantener el equilibrio natural y a venerar a aquellos seres que les proporcionan alimento y protección.
Qué puedes hacer en Taromenane
Leyendas Taromenane
El robo al Tapir
Hace mucho tiempo, la yuca era un secreto celosamente guardado por el tapir, un animal poderoso y sabio que la consideraba suya. Este tesoro, escondido en lo profundo de la selva, le daba al tapir fuerza y resistencia, y por eso nunca dejaba que nadie se acercara a él ni a su preciado alimento.
Los humanos, en principio no conocían la yuca por lo que hubo una época en la que luchaban por encontrar suficiente comida para sobrevivir. Un día, un humano, astuto y valiente, observó al tapir desde lejos. Supo de inmediato que aquello que el tapir protegía era especial. Con paciencia, vigiló sus movimientos y descubrió el lugar donde el tapir guardaba la yuca. Pero había un problema: el tapir era muy fuerte y veloz, y nadie podía enfrentarlo directamente.
El ancestro humano, con la ayuda de su familia, trazó un plan. Engañaron al tapir haciéndole creer que había peligro en otra parte de la selva, y mientras él se alejaba para investigar, lograron robar la yuca. Corrieron rápidamente con su botín, pero el tapir, al descubrir la trampa, los persiguió furioso. Aunque estuvo a punto de atraparlos, los humanos lograron escapar y llevaron la yuca a su comunidad.
Desde entonces, los humanos cultivan la yuca y la han convertido en parte esencial de su vida. Sin embargo, el tapir nunca ha olvidado el robo, y por eso, dicen, siempre se oculta en lo más profundo de la selva, desconfiando de los humanos.
El regalo de Wegongui
En los primeros tiempos, cuando los humanos vivían en armonía con los espíritus de la selva, no conocían la yuca. Sobrevivían con frutos silvestres y lo que podían cazar, pero sus días eran difíciles y las noches largas y hambrientas. Los humanos comenzaron a pedir ayuda a Wegongui, el espíritu creador, quien velaba por ellos desde los cielos.
Wegongui, conmovido por sus súplicas, decidió darles un regalo que cambiaría sus vidas para siempre. Un día, mientras los humanos trabajaban en el bosque, Wegongui hizo que un arbusto de yuca brotara mágicamente de la tierra, justo a sus pies. Al principio, los humanos no sabían qué era aquella planta, pero Wegongui descendió y les habló:
—Este es mi regalo para ustedes. La yuca será su alimento, pero deben aprender a cuidarla. Planten sus raíces, esperen con paciencia y cosechen cuando la tierra les diga que está lista. Pero recuerden, siempre deben respetar lo que la selva les da.
Wegongui les enseñó cómo cultivar yuca, cómo prepararla para que fuera segura de comer y cómo aprovecharla en su vida diaria. Con el tiempo, los humanos aprendieron a amar y valorar este alimento, y en su honor, comenzaron a celebrar la Fiesta de la Yuca.
En esas celebraciones, recuerdan que la yuca no es solo un alimento, sino un símbolo del cuidado y generosidad de Wegongui, quien siempre les recuerda que deben vivir en equilibrio con la naturaleza.
Historia
- 1999, enero 29. - El Estado ecuatoriano declara por primera vez Zona Intangible de Conservación a 700 000 hectáreas de las provincias de Orellana y Pastaza, buscando proteger a los pueblos amazónicos en aislamiento voluntario.
- 2003, mayo 29. - Los pueblos en aislamiento voluntario se enfrentan en la zona protegida. Según los archivos históricos, el enfrentamiento dejó 30 indígenas Taromenane y Tagaeri muertos.
- 2004, septiembre 20. - El Gobierno de Ecuador constituye una comisión especial para trabajar en la delimitación de la Zona Intangible de Orellana y Pastaza, prohibiendo la actividad extractiva de petróleo y madera en la zona.
- 2006, mayo 10. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorga medidas cautelares a favor de los pueblos Taromenane y Tagaeri, con el objetivo de protegerlos de cualquier contacto.
- 2007, enero 22. - Un Decreto Ejecutivo del presidente Rafael Correa oficializa los límites de la Zona Intangible de las provincias de Orellana y Pastaza, formalizando la protección de los pueblos no contactados.
- 2007, octubre 8. - Se suscribe un Acuerdo Interministerial entre los ministerios del Ambiente, de Patrimonio y de Minas y Petróleos para ejecutar un Plan de Medidas Cautelares destinado a frenar la explotación maderera y petrolera en la zona.
- 2008, julio 25. - En Ecuador se aprueba la nueva Constitución, que establece en su artículo 57 que la violación de los derechos de los pueblos en aislamiento voluntario será considerada un delito de etnocidio. El Código Penal establece una condena máxima de 25 años de prisión.
“Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio, que será tipificado por la ley”
- 2008, septiembre 24. - Se suscribe un convenio de cooperación con la Nacionalidad Huaorani para implementar el Plan de Medidas Cautelares para la Protección de los pueblos en aislamiento, contribuyendo a la protección de la selva y evitando la tala indiscriminada de árboles.
- 2009, agosto 10. - Sandra Zabala y sus hijos Bairon y Tatiana Duche, de 16 y 11 años, fueron atacados por un grupo de personas desnudas que salieron de la vegetación espesa. Fueron atravesados por lanzas de madera de 3.40 m, que según el Ministerio del Ambiente, pertenecían al clan Taromenane.
- 2009, agosto 19. - El Ministerio del Ambiente y diversas organizaciones se unen para coordinar esfuerzos y proteger a los pueblos no contactados, tras la muerte de Sandra Zabala y sus dos hijos en un ataque relacionado con el clan Taromenane.
¿Cómo llegar?
Desde El Coca
Ubicado en la cuenca amazónica ecuatoriana, su ingreso se da por el río Napo vía fluvial con dirección al Parque Nacional Yasuní.
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