Recorrer una senda de 28 kilómetros abarrotada de piedras en su mayor parte y con bloque de hielo sobre la espalda.
Recorrer una senda de 28 kilómetros abarrotada de piedras en su mayor parte y con bloque de hielo sobre la espalda, es la prueba extrema que año tras año cumplen hombres, mujeres, jóvenes y abuelos cayambeños con la única intención de demostrar la resistencia y coraje de su pueblo.
Un viento como cuchilla golpea los cuerpos, parece que el Cayambe no quiere que le arranquen sus blancos ropajes. Tras el refugio, una piqueta metálica se clava en la nieve y la hiere de muerte. Varios hieleros preparan enormes bloques blancos para iniciar una batalla como verdaderos gladiadores de los Andes.
Esta actividad se la realiza en honor a nuestros indígenas que subían a los nevados a traer hielo para fiestas y rituales. Los volcanes para ellos eran sus dioses subían a sus montañas y traían parte de sus dioses a vivir con ellos.
Hoy en día las persona que realizan las competencias, envuelven enormes masas de hielo en paja, pieles, costales, tal y como lo hacían los indígenas. Las masas son transportadas en las espaldas de los hombres de Cayambe.
El día de la competencia los deportistas ascienden en vehículos hacia el refugio Ruales-Oleas-Berge para tomar sus respectivos bloques y llevarlos hacia la ciudad, en una marcha que dura hasta siete horas de intenso despliegue físico y psicológico.
En la próximas ediciónes se prevé desarrollar cuatro categorías: Down Hill, media Maratón, competencia de aventura, que es una nueva modalidad y peso.
Ésta última es la prueba atrayente del programa por la magnitud de la carga, la tenacidad de cada competidor y la extensa jornada que debe completar.
Esta actividad se la conoce en el volcán Cayambe que se encuentra al noreste de la Hoya de Guayllabamba en la Cordillera Oriental o Real. Es la tercera montaña en altura del Ecuador.
Puede alcanzar la misma temperatura del volcán que va desde 8 y 14 grados, pero su clima es frío.
El nivel competitivo se ha convertido en el justificativo para que los hieleros se propongan superar su propia marca; pesos que se mantenían en un promedio de 100 libras en los primeros años, en suma, se han ido incrementando hasta llegar a 200 libras.
En ciclismo, aventura y maratón los deportistas deberán llegar a la meta con al menos 8 libras de hielo para impedir su descalificación.
En la edición de este año la categoría de aventura será la primera en dar inicio.
Debido a la complejidad de la ruta trazada, su desempeño ha sido calculado para tres días.
Esta implicará la labor en equipo y cada uno lo compondrá tres integrantes, entre hombres y mujeres de manera obligatoria.
Quienes deseen participar, necesariamente deben presentar una certificación médica que los califique con buen estado de salud.
En Cayambe, los hieleros se encuentran listos para competir y atesorar su posición como las personas más fuertes del mundo.
Dentro de la mitología indígena, los astros y entes de la naturaleza eran considerados verdaderos dioses. Así, el acto de llevar hielo significaba también, llevar parte de sus dioses a convivir con ellos.
Al amanecer, los hieleros emprendían una dura caminata de varias horas hacia los nevados. Ya en sus faldas, el hielo era cortado con picos en grandes bloques rectangulares.
Luego, estos eran envueltos en paja, cueros de animales y sal, para evitar que se descongelen. Borricos acompañaban a los indígenas para cargar en sus lomos este tesoro.
Posteriormente, con la llegada de los españoles a América, el hielo fue fundamental para el desarrollo de la Colonia. Este servía para conservar carnes, preparar jugos, bebidas y para el consumo humano.
Los indígenas, ya como esclavos, ascendían igualmente a los nevados para cumplir las órdenes de sus capataces o señores feudales y llevar el hielo para las grandes haciendas y latifundios de la época.
La competencia de los hieleros es una forma de mantener viva su memoria histórica. Esta es transmitida de padres a hijos dentro de las familias de Cayambe y sus pueblos aledaños.
Honor y amor por su nevado, han sido hasta hoy la única motivación para estos guerreros de nieve que arriesgan su salud por evitar que esta tradición no muera.
En honor a nuestros ancestros que subían a los nevados a traer hielo para fiestas rituales, surge la Ruta del Hielo. Esta es una competencia con más de 30 años de historia para los pueblos de Cayambe.
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