Historia de Santa Elena
Su nombre se debe a la Emperatriz Elena que nació en Bitinia al sur de Rusia en el año 270 DC, que significa Antorcha Resplandeciente.
Cuando la Emperatriz Elena tenía 55 años, viajó a Jerusalén en busca de lugares santos encontrando la gruta del nacimiento en Belén y el sitio donde estaba ubicado el Monte de los Olivos. Amó entrañablemente a los pobres a quienes ayudó hasta el día de su muerte en el año 337 DC.
Santa Elena, desde la prehistoria, fue la capital de la Península del mismo nombre. Antes del descubrimiento se llamó Sumpa, adjetivo que en lengua Chimu significa Punta.
Francisco Pizarro descubrío la Península de Santa Elena, pero en realidad pasó a la historia como conquistador, más fue Bartolomé Ruiz, gran piloto del mar del sur, quien descubrío y exploró las costas del litoral ecuatoriano.
El reconocimiento de Santa Elena en la calidad de Villa, fue dado por el Libertador Simón Bolívar y ratificado por el patriota Guayaquileño Vicente Rocafuerte el 22 de enero de 1839, cuando ejercía las funciones de primer Magistrado de la República dando a la vez el decreto Oficial como Cantón.
Estableció el Primer Mandatario que le tocaba al país acatar la disposición legal anterior en la época de la Gran Colombia, por la cual era necesario dispensar los privilegios a los lugares erigidos en Villas, como era en el caso de Santa Elena otorgándole el reconocimiento "De la antigüedad de su nombramiento que debe considerarse desde la fecha en que la recordada Ley del 25 de Junio de 1824 le dispensó aquella gracia".
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