La leyenda del Gallo de la Catedral es una historia popular de Quito, Ecuador. Trata de un gallo de importancia histórica y cultural que se encuentra en la torre de la Catedral de Quito.
Don Ramón era un quiteño rico y hacendado a quien le gustaba vivir con los lujos y placeres de un verdadero rey. Muy temprano en la mañana desayunaba exquisitos manjares entre los que no podía faltar la leche recién ordeñada, varios huevos y el chocolate caliente. Luego dormía la siesta y después de descansar almorzaba para tomar fuerzas y salir a la calle siempre vestido con elegancia y envuelto en perfume.
En sus idas y venidas pasaba siempre en frente de la Catedral, en cuya cúpula reposa un gallito de hierro que era el blanco favorito de los desplantes y burlas de Don Ramón.
- Qué disparate de gallito, decía el orgulloso hombre antes de enrumbarse a la cantina de Doña Mariana, una chola quiteña famosa por su belleza y sus mistelas, un suave licor de sabor dulce que era el favorito de Don Ramón.
Una noche, después de exagerar con las mistelas, Don Ramón se dirigió a su casa y como de costumbre se detuvo frente al gallo de la Catedral y como era usual, empezó con sus fanfarronadas.
- Para mí no hay gallos que valgan, gritaba Don Ramón parado en frente de la Catedral.
- Tontera de gallo, vociferaba iracundo cuando sintió que el gallo bajaba desde la cúpula y de un espuelazo le tumbaba al suelo.
- Prométeme que no volverás a beber, le dijo el gallo mientras picoteaba a Don Ramón que asustado prometió no volver ni siquiera a tomar agua ni a insultar al gallito.
Luego de arrancar las promesas de Don Ramón, el gallo volvió a su habitual sitio no sin antes amenazar con volver y cobrar venganza si Don Ramón no cumplía lo prometido.
Muchos explican la leyenda diciendo que fueron los amigos de Don Ramón los que decidieron jugarle una broma para que dejara su debilidad por las mistelas.
Fotografía
Dirección: Catedral de Quito, calles Venezuela y García Moreno, Centro Histórico - Quito, Centro Histórico - Quito
Rutas turísticas