Historia de Pichincha

El Pichincha es también parte esencial en la vida y la memoria de los habitantes de Quito y su provincia. Desde los mitos genésicos, que se pierden en la alborada de la prehistoria, hasta nuestros días, cuando en una de sus cumbres (Cruzloma) se levantan poderosas antenas para la telecomunicación, el gran volcán ha sido, en cierto modo, sujeto y no sólo pasivo de la historia. Según la tradición recogida por el P. Juan de Velasco, el Pichincha sirvió al comienzo de los tiempos de refugio al hombre primigenio, víctima de espantoso diluvio. Desde entonces, hasta no hace mucho ya en años históricos, el volcán estalló en varias erupciones que causaron estragos en la ciudad.

Por fin, durante la gesta magna de la independencia iberoamericana, iniciada precisamente en Quito el 10 de agosto de 1809, en los flancos del Pichincha se libró la batalla definitiva que significó la libertad del Reino de Quito, la consolidación de la Gran Colombia y el camino para la total libertad de América del Sur. El 24 de mayo de 1822 venció en ella el joven general cumanés D. Antonio José de Sucre al veterano mariscal español D. Melchor Aymerich. La victoria permitió la llegada de Bolívar a Quito, su viaje a Guayaquil para la entrevista con San Martín, los preparativos para la campaña del Perú y, en fin, los triunfos de Junín y Ayacucho que sellaron la libertad de América. En la batalla del Pichincha murió heroicamente el joven oficial cuencano Abdón Calderón, glorificado por Bolívar. El Pichincha llegó, así, a tener innegable trascendencia continental.
 

Te puede interesar

Anterior Siguiente

¡Suscríbete para recibir noticias sobre turismo y ofertas exclusivas!