Joaquín Gallegos Lara (1909-1947) fue un escritor ecuatoriano del realismo social. Su obra Las cruces sobre el agua denuncia la masacre obrera de 1922 en Guayaquil. Fue activista y comunista.
Nació en Guayaquil en el seno de una familia humilde. Desde joven, desarrolló un fuerte compromiso con la justicia social, lo que lo llevó a militar en el Partido Comunista del Ecuador (PCE) hasta su muerte.
Su incursión en la literatura comenzó en 1930 con la publicación del volumen de cuentos Los que se van, escrito en colaboración con Demetrio Aguilera Malta y Enrique Gil Gilbert. Esta obra marcó un hito en la literatura ecuatoriana al retratar con crudeza las difíciles condiciones de vida de las clases populares.
Formó parte del "Grupo de Guayaquil", un movimiento clave dentro del realismo social ecuatoriano, que incluyó a escritores como José de la Cuadra, Alfredo Pareja Diezcanseco, Enrique Gil Gilbert y Demetrio Aguilera Malta. Este grupo, considerado el más influyente en la literatura ecuatoriana, solía reunirse en la casa de Gallegos Lara, ubicada en la calle Manabí #308. Su trabajo literario se caracterizó por el uso de un lenguaje directo y la reproducción fonética del habla montubia, así como por una representación cruda de la violencia y la opresión social.
Entre sus cuentos más destacados se encuentran "El guaraguao" y "Era la mamá", en los que combina la brutalidad de la vida rural con la fatalidad de personajes atrapados en una existencia marcada por la pobreza y la injusticia.
A nivel personal, en 1934 contrajo matrimonio con la escritora Nela Martínez Espinosa, aunque el matrimonio fue breve.
A pesar de tener las piernas atrofiadas, lo que le impedía caminar, su activismo no se vio limitado. Participó en manifestaciones y enfrentamientos callejeros con el apoyo de Juan Alberto Falcón Sandoval, un mulato que, además de ser su empleado doméstico, fue su leal amigo y quien lo cargaba sobre sus hombros en momentos cruciales.
En el ámbito periodístico, fue redactor del diario El Clamor, un medio con una fuerte orientación antiimperialista, y dirigió la sección literaria del diario El Telégrafo, desde donde ejerció una crítica incisiva. Ante la pregunta sobre si veía una contradicción entre la crítica y la creación literaria, respondió con firmeza:
"Yo no. También es creación la crítica; también es crítica la creación".
Su obra más emblemática, Las cruces sobre el agua (1946), es una novela fundamental de la literatura ecuatoriana y un poderoso testimonio de la Masacre del 15 de noviembre de 1922, donde el ejército reprimió brutalmente a los obreros huelguistas de Guayaquil. Considerada una de las represiones más sangrientas en la historia del movimiento obrero, esta novela documenta con un realismo desgarrador los acontecimientos y el ambiente político de la época.
Su última obra publicada en vida fue el cuento "La última erranza", aparecido en diciembre de 1946 en la revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Este relato, que describe el linchamiento de un judío por una turba de fanáticos religiosos, es una profunda reflexión sobre la intolerancia y la violencia colectiva.
Joaquín Gallegos Lara falleció en 1947, dejando un legado literario y político que sigue vigente en el Ecuador y en el ámbito del realismo social latinoamericano.
En los primeros meses de 1946, Joaquín Gallegos Lara comenzó a padecer serios problemas de salud debido a una fístula resistente a múltiples tratamientos. A pesar de los esfuerzos de familiares, médicos, camaradas y amigos por ayudarlo, su estado se agravó progresivamente.
Finalmente, el 16 de noviembre de 1947, a la una de la tarde, falleció en su residencia ubicada en la intersección de las calles Eloy Alfaro y Manabí, en Guayaquil.
Al momento de su muerte, dejó inconclusa una biografía de Rumiñahui, que planeaba titular Cara de piedra, de la cual había escrito aproximadamente 60 páginas antes de abandonarla en agosto de 1946. También trabajó parcialmente en dos novelas más: Los Guandos y La escoba de la bruja o La bruja.
En 1982, su exesposa, la escritora Nela Martínez, finalizó y publicó Los Guandos a través de Editorial El Conejo en Ecuador. En cuanto a La escoba de la bruja, según la misma Nela Martínez, el manuscrito se perdió cuando Gallegos Lara lo envió a Argentina para su publicación, sin que se volviera a tener rastro de él.
Su legado, tanto en la literatura como en la lucha social, sigue vigente, consolidándolo como una de las figuras más importantes del realismo social ecuatoriano.
Joaquín Gallegos Lara no se dedicó a los mitos y leyendas, pero su obra se basa en hechos históricos y la vida popular de Guayaquil. Una de sus novelas más importantes, Las cruces sobre el agua , está basada en la masacre del 15 de noviembre de 1922 , un hecho real en la historia de Ecuador.
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