Tradición que perdura por más de medio siglo.
Cuentan sus moradores que este producto, fue creado por una monjita del convento y escuela franciscana de la ciudad de San Miguel de Salcedo. Ella era experta en el arte culinario, se llamaba Rosa y fue quién supo combinar perfectamente ingredientes naturales como jugo de frutas de mora, naranjilla y taxo y además lácteos.
Así en un principio este helado era vendido por una ventana del convento, ya que las monjitas preferían no mostrarse al público, luego contrataron a un vendedor conocido como José Trutra, quien con su picardía singular los vendía por toda la ciudad gritando “helados con leche de las monjitas” como se los conocía al principio.
Los helados tuvieron formas y tamaños especiales, además, la novedad de que cada helado detentaba cinco o seis nítidos colores y sabores de fruta fresca. Llamaron la atención del consumidor, degustado el helado, su fama rebasó las fronteras de la ciudad. Pronto aparecieron junto al Parque Central dos ventas de helados que trataban de imitarle al franciscano.
Posteriormente, los allegados a la receta original, familiares y conocidos de las religiosas, como la familia Jijón Franco, vieron que esta era una oportunidad de crecimiento de la ciudad tanto productivo como en lo económico, por lo que decidieron seguir con la producción de los helados, que en pocos años se expandió por toda la ciudad y posteriormente en todo el país.
Desde 1956, la familia Jijón Franco elabora los famosos helados, aprovechando que en el callejón interandino del país existe la producción de frutas como frutilla, taxo, mora, babaco, naranjilla, entre otras.
Según María Gabriela Jijón Cabezas, la cuarta generación de esta tradición, el proceso de elaboración dura tres días. En los dos primeros se selecciona, lava y produce el zumo de la fruta. Solo el jugo de coco lleva leche. Luego lo congela y al tercer día comienza la elaboración del helado. Cada dos horas vierte un poco del jugo de cada fruta en los envases. Los dulces son guardados en cuatro neveras. En estas, la tercera parte es para refrigerar el extracto y el resto para congelar 150 vasos de helados.
Además María destaca que, el precio inicial al público era de un sucre por helado. Desde entonces hasta la presente fecha han transcurrido más de 62 años de elaboración ininterrumpida, bajo normas de higiene y calidad, lo que les ha hecho acreedores del prestigio a nivel nacional e internacional”.
María afirma que los fines de semana, su heladería se llena de turistas para probar helados, dulces de leche, turrones de miel y otras golosinas que guarda en pomos de vidrio. Por su local pasaron el ex presidente Sixto Durán Ballén y otros políticos, destaca.
Actualmente, estos famosos helados de sabores se comercializan en todo el país y se elaboran utilizando el jugo de frutas como: coco, frutilla, mora, naranjilla, aguacate, mango, guanábana, papaya, entre otras frutas.
Fuente: Diario El Universo
Fotografía
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