En Sucúa existen 31 comunidades de la etnia Shuar, distribuidas a lo largo de los ríos que atraviesan el cantón como el río Upano, Tutanangoza, Miriumi y Arapicos.
La randimpa tenía como objetivo realizar trabajos particulares de los vecinos de Macas como la construcción de huertas que se conocían con el nombre de chacras, que servían para sembrar sus productos. En la randimpa (todos colaboran), el traslado de la casa y las fiestas de la chonta y la culebra.
Tradicionalmente la vestimenta de la mujer Shuar es el “karachi” y la del hombre vestía una falda llamada “itip” una especie de lienzo de líneas verticales de colores morado, rojo, negro y blanco, tinturados con vegetales, que se envuelven de la cintura hasta el tobillo y va sostenida con una faja. Antes, vestían el Kamush, hecho con corteza de árbol machacada.
Su arreglo corporal se complementa con una gran variedad de coronas de plumas de tucanes y otras aves y pinturas faciales con diseños de animales, pues creen que así, estos les transmiten su fuerza y poder. Para las fiestas de la Tzantza y la culebra, se pintan su cuerpo con diseños que representan a sus animales sagrados.
En la actualidad es muy común el uso de prendas de modelo occidental tanto de hombres y mujeres, solo en algunas ocasiones festivas se ponen su vestimenta tradicional.
Para los Shuar comer es un acto que debe ser siempre compartido por toda la familia y los visitantes. No hacerlo es señal de desprecio. El jefe de la casa es el que da inicio a la ceremonia e invita a comer a los demás, haciendo así, del acto, un ritual cotidiano.
Para construir sus casas, los indígenas, utilizan distintos tipos de madera como las palmeras y la paja para el techo.
La vivienda es de forma elíptica, con un espacio interior muy amplio, en el que se encuentran dos zonas restrictivas; el “ekent”, área familiar de las mujeres y niños pequeños y el “Tankamash”. Área social, de los hijos varones y visitas; la casa shuar tiene piso de tierra, paredes con tablillas de chonta y techo de hojas de palma.
Está estrechamente vinculada a la naturaleza y a las leyes del Universo y se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos tales como la creación del mundo, la vida, la muerte y las enfermedades.
Los principales son Etsa, Nunkui, Tsunki, Shakaim de la fuerza y habilidad para el trabajo masculino.
Tsunki, ser primordial del agua, trae la salud Nunkui fertiliza la chacra, Arútam es fuente de todo bien y hace invencible al shuar en la guerra.
El matrimonio de un hombre con varias mujeres, es decir con las hermanas de la esposa y el matrimonio con la viuda del hermano han sido entre los Shuar las reglas tradicionalmente aceptadas.
El número de esposas dependía de las cualidades del hombre, este debía ser, un valiente guerrero, trabajador, buen cazador, demostrar su honradez y veracidad; los futuros suegros juzgaban si estas cualidades se cumplían, para poder autorizar el matrimonio.
Hoy son pocos los hombres que tienen dos mujeres, ese privilegio lo tienen casi siempre los ancianos guerreros y los shamanes.
Se reducía a lo que producía la tierra: yuca plátano, maíz, papa china, camote, más la carne que procedía de la caza y la pesca. El plato preferido era el ayampaco preparado con pescado con palmito y envuelto con hojas de bijao y asado.
Otro alimento imprescindible era el masato, pasta de yuca molida que se llevaba como vianda durante los viajes. Los preparados con cuy, gallina o chancho eran propios de las grandes celebraciones.
Entre las bebidas se destacaba, la chicha de yuca, palma, caña fermentada. El Macabeo bebía y bebe en abundancia también la guayusa.
El macabeo confeccionaba tosca cerámica de barro para cocer los alimentos y se denominaba chingana; este término tenía tanto la acepción de olla como la de tenderete para exponer los alimentos. Elaboraba también seda de laurel para iluminar los hogares, igual que la sal.La labraba con habilidad canoas de rimo, árbol corpulento de cuya madera sacada bateas, platos, cucharas, molinillos, azafates y enormes cuencos para juntar el guarapo y el aguardiente de caña molida, así como mesas para los trapiches. Confeccionaba panela, raspadura, melcocha y alfeñique, para suplir la carencia de azúcar.
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Dirección: Sucúa, - Sucúa
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