Ubicación
Se encuentra a 12 Km al sur este de Pedernales, sobre la vía Pedernales- El Carmen (Atahualpa).
Extensión
El Cerro Pata de Pájaro tiene aproximadamente 3.500 hectáreas de bosque tropical.
Clima
El Cerro Pata de Pájaro presenta un clima de 25 a 29 °C.
Biodiversidad
Fauna
En el Cerro Pata Pájaro hay una variedad de fauna como: loros, saínos, venado, tigrillo, gavilanes, pelícanos, alcatraces, chorlitos, oso hormiguero, armadillo, mono aullador, guanta, cusumbo, ardilla, culebra x, culebra verrugosa, culebra chonta, culebra lisa, guatuso, culebra mata caballo, perdiz, guacharaca, águila blanca, actualmente cuentan con 180 especies de aves.
Flora
En este lugar la vegetación es variada, encontrándose helechos y orquídeas. Tiene más o menos 100 árboles aproximadamente por hectárea.
Este bosque presenta una estructura vertical heterogénea, encontrándose: árboles, arbustos, herbáceas y epifitas. Árboles entre 20 y 25 m de altura.
• Plantas Nativas: Pinuelo, caucho, chontilla, cedro prieto, matapalo, jigua prieta, guayacán de montaña, caimitillo, moral fino, moral bobo, guion, palma real, laurel, orquídeas, bromelias, helechos.
Lo más destacado de Bosque Protector Cerro Pata de Pájaro
La Reserva Ecológica Mache-Chindul contiene uno de los últimos remanentes de bosque muy húmedo tropical de la Costa ecuatoriana, caracterizado por su altísima biodiversidad y sorprendentes niveles de endemismo. Leer más
Leyenda
La Ondina y los mates de oro
Cerca de Pedernales existe un pueblo llamado “Pata de pájaro”, en él vivía un hombre conocido del sector, su nombre Pedro Beche, hombre de tez morena quemado por el sol; la naturaleza no había sido digna con él; medio manclenque de contextura delgada y sonrisa de holgazán; pero aun así, su carácter era cordial.
En cierta ocasión tres amigos se reunieron, entre ellos Pedro, para subir hasta la laguna que existía cerca de Pedernales; porque la leyenda dice, que en esa época del año aparece la Ondina; aquel ser mitad mujer, mitad pez, de una figura angelical; con una cabellera de oro, que por la noche brillaba con la luz de la luna.
Cuando llegaron, comenzaron a caminar y caminar los tres amigos alrededor de la laguna; cuando de repente comenzó a emerger del centro de esta una gran piedra. El agua burbujeaba, grandes colores emanaban del fondo de la laguna, destellos de luces multicolores; algo mágico pasaba.
Ellos estaban pasmados; cuando del agua surge la Ondina, preciosa mujer, de cabello rubio brillante y de tez blanca, figura de sirena enamoraba y embrujaba a cualquier ser que la mirara.
Dirigiéndose a los muchachos les dijo la ondina: que si la querían poseer tenían que cargar en sus hombros dos mates de oro alrededor de la laguna y si lo hacían, los mates y ella serían del que cumpliera la penitencia.
Los dos muchachos interesados hicieron caso a la Ondina, más no Pedro; él era bien tímido con las mujeres, además su contextura no le daba para cargar los pesados mates de oro y prefirió sentarse a un lado de la laguna y contemplar la belleza de la ondina.
Comenzaron a realizar la proeza sus amigos, pero ellos, más querían los mates de oro que a la Ondina; es así que toman la decisión a media vuelta de la laguna, de abandonar la prueba y largarse con el botín.
Comenzaron a correr y correr, alejándose de la laguna, pero a medida que se alejaban, los mates de oro se hacían polvo, hasta que en sus manos ya no les quedaban nada, se fueron riéndose y a la vez asombrados del lugar, por lo que había pasado.
Pedro y la Ondina contemplaban aquello, en eso ella le dice a Pedro:
- Ve a la playa y ayuda a los pescadores con la red entrampada en los corales y verás que tus pulmones se desarrollarán, eso te ayudará a ser más fuerte; después anda a los corrales y comienza a coger chivos en tus hombros, hasta que tus fuerzas se vayan fortaleciendo y llegarás con el tiempo a cargar hasta un toro.
Y así fue, Pedro Beche le hizo caso a la Ondina y de ella se despidió, pero no le quitaba la mirada que la ondina de eso se dio cuenta.
Se puso a hacer todo lo que ella le aconsejó, hasta que se transformó en un hombre muy fuerte, era tan robusto que un toro lo embarcaba en sus hombros.
Se fue a la laguna a esperar a que aparezca la Ondina, en la época prevista; así como la primera vez, antes de aparecer la Ondina, algo mágico fue sucediendo; ya estando frente a Pedro, le dijo, cargar los mates de oro alrededor de la laguna, ella y los mates de oro serían de él, y Pedro Beche aceptó la prueba.
Recorrer la laguna con los dos mates al hombro era difícil, pero no imposible para Pedro; mas en esos días la laguna estaba llena y su circunferencia era mucho mayor.
Pedro Beche comenzó a caminar, sabía que podía; pero el más que los mates de oro, quería era a la Ondina.
Llevaba medio camino de recorrido y las fuerzas comenzaron a flaquear, pero él le echaba ganas, su ilusión era enamorar a la Ondina; ya le faltaba pocos metros para hacer la hazaña, cuando tropieza y resbala, pero él cogiendo impulso se levanta y sigue caminando; cuando llega a la meta, resbala y cae al agua y la ondina lo recibe en sus brazos.
En eso empezó un espectáculo mágico de luces de colores; comenzando a hacerse un remolino de arco iris en el centro de la laguna; era un momento en que los ojos humanos llorarían si presenciaran lo hermoso y bello que estaba pasando, como anunciando la fusión entre un hombre enamorado y la bella Ondina, dueña de aquella laguna encantada.
Quién creyera que aquel hombre flaco y tímido, se transformó en un robusto hombre, por amor; y cómo una hermosa mujer con rizos rubios, ojos celestes se habían fijado en él; por eso lo menos que podía ser, era unirse por siempre y para siempre, hasta el final de los tiempos.