El páramo de Pasa y el volcán Casahuala, uno de los atractivos preferidos por los turistas que visitan esa ruta.
Ambato, 28 de mayo de 2022
La pintura mural en los tumbados, pequeñas ventanas, corredores estrechos y solariegos y balcones de madera guardan la historia de la parroquia Pasa, en Ambato. Las antiguas casas, que datan del siglo XIX, constituyen el principal atractivo de este pueblo, que parece haberse detenido en el tiempo.
El turista riobambeño Julio Paredes valora la belleza de las construcciones y la tranquilidad que siente en cada paso que da por las estrechas calles del pueblo, adoquinadas en piedra.
Pasa tiene 96 construcciones patrimoniales, declaradas por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), que guardan una rica arquitectura autóctona por el uso de materiales andinos como el tapial, la teja, el bahareque y carrizo.
Recorrerlas es parte de la ruta que ofrece el área de Turismo de la Junta Parroquial, el Municipio local y la Prefectura. La promoción está a cargo de Jaime Pacha, presidente de la entidad y quien busca potenciar el turismo en este poblado de 8 000 habitantes.
Pacha cuenta que los visitantes tienen un abanico de opciones que se pueden desarrollar en Pasa en uno y dos días. Se inicia por apreciar la belleza de las casas patrimoniales; visitar los talleres artesanales de confección de camisas; recorrer el museo, la iglesia tallada en piedra o trasladarse en un vehículo hasta el bosque de polylepis.
Las personas más aventureras pueden ascender al volcán Casahuala y disfrutar de los coloridos paisajes que lo rodean.
De retorno es posible conocer a los habitantes de la comunidad de Tiliví, que ofertan sus artesanías elaboradas con totora, las shigras tejidas en cabuya o degustar el plato típico de esta parte de la Serranía: cuy acompañado con papas y zarza (salsa de maní), que ofrece la Hostería Casahuala Lodge.
El museo de la parroquia funciona en una construcción que data de 1840 y fue restaurada hace 20 años por el Municipio. En sus cuatro salas bien distribuidas se exhibe la arqueología, la etnografía, los tejidos como shigras y costales, en donde se almacenaban la cebada o el maíz. Están elaboradas con hilo de cabuya y tejidas a mano por las mujeres de las comunidades.
Desde el barrio Miraflores hay que recorrer la antigua vía Flores, pasando por el complejo de Aguaján. En la Y hay que curvar a la derecha. El viaje toma unos 30 minutos en bus. A lo lejos se avizora el hermoso paisaje que rodea a esta parroquia, enclavada en medio de las montañas.
A primera vista sobresale la antigua iglesia Matriz, edificada con piedra tallada. Sus imponentes torres y una gigante cúpula hacen de esta construcción una de las más importantes del cantón Ambato. Sus grandes pilastras y arcos de medio punto son únicas en esta edificación patrimonial.