En el cantón Guano, se tejen alfombras de lana de borrego que son muy apreciadas por ecuatorianos y extranjeros por su calidad y diseño.
Todas las alfombras toman forma en telares verticales de madera en los cuales la habilidad de los artesanos rebasa la imaginación. A más de los conocidos motivos precolombinos andinos, ellos logran replicar pinturas o las famosas alfombras orientales.
El trabajo de las alfombras es realizado manualmente por hombres y mujeres, quienes siguen un diseño previamente trazado en papel. Las alfombras se tejen con herramientas rudimentarias, sobre urdiembres de algodón y con hilos de lana de diversos colores.
El teñido de los colores se los hace con anilinas europeas y son firmes y duraderos. Generalmente para tinturar el hilo de tonos de color café se usa la corteza de nogal.
Cada taller dispone de diseños propios de origen precolombino, moderno e introducido. Se exponen en un catálogo propio, en muchas ocasiones los motivos y las dimensiones se realizan de acuerdo al encargo de cada cliente.
Cada artesano tiene un sello particular, como el colocar flecos o los motivos que recrean.
Los precios de las alfombras varían de acuerdo al tamaño y a la calidad del trabajo realizado. Una pieza de 1.5 x 2 metros cuesta desde 150 hasta 800 dólares americanos.
En el siglo XIX, el tejido de alfombras empiezó a formar parte de la economía guaneña, que inició con la confección de pequeños tapetes llamadas ‘guarlapas’, las cuales eran utilizadas para la montura y protección del caballo, producción que se la realizaba de manera individual o familiar, dejando de lado la explotación laboral que significó el trabajo en los obrajes. Además, se conoce que en la época colonial se fabricaron alfombras para las iglesias católicas de la sierra, muestra clara de su duración y valor.
Con la llegada del siglo XX y la incorporación de telares más grandes, hiladoras que se encargaban de realizar hilos más finos o gruesos, (ya que de esto dependía la duración de la alfombra), una mejor calidad de la materia prima (musgo, cochinilla, rumi barba, tocte y algas), la producción de alfombras aumenta y empieza ocupar lugares destacados de comercialización de este tipo de productos.
Pero fenómenos naturales como el terremoto de Ambato en 1949 provoca el descenso de la producción de estas alfombras. De manera paulatina, en la década de los 60’s, los artesanos retoman la elaboración de alfombras y vuelve a convertirse en un oficio familiar, que llegó a tener alrededor de 40 talleres de alfombras con 10 a 15 empleados cada uno.
Al contar con nuevas tecnologías los artesanos realizan nuevos diseños, pero mantienen el diseño a mano, y para ello utilizan la técnica del tejido en nudos que adoptaron los artesanos alfombreros españoles.
Cada nudo enlaza una urdimbre, o hilo, el mismo que es cortado para empezar a realizar el proceso en otro hilo, cuando se forma una línea de nudos, el artesano pasa un hilo a lo ancho de la alfombra entre todas las urdimbres, a este hilo se lo golpea hasta que se pierda entre los nudos y las urdimbres. El número de nudos varía por el tamaño de la alfombra.
A finales del siglo XX la exhibición y venta de alfombras se focalizó en la cabecera cantonal, pero otros artesanos decidieron migrar con sus talleres a otras ciudades del Ecuador como Quito, Riobamba y Tulcán.
La calidad artesanal de los alfombreros de Guano también se expandió a nivel internacional y muchas de estas piezas se han instalado en Alemania, Francia, Colombia y Estados Unidos, un ejemplo destacado de estas piezas hechas a mano está ubicado en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York.
La calidad y diseño de las alfombras de Guano forman parte de la identidad cultural de los guaneños, cuya técnica artesanal ha sido compartida entre varias generaciones, quienes en la actualidad luchan por resaltar el valor artístico y cultural de estas piezas artesanales en el competitivo mercado de las alfombras.
Historia tomada del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de Ecuador.
En la ciudad de Guano existen aproximadamente 100 talleres que fabrican chompas de cuero, sacos de lana, calentadores, chaquetas, pantalones, ajuares de cama, sábanas, edredones y mantas.
En Guano, se trabaja bordados a mano para adornar blusas, camisas, camisones. Destacando en los últimos años los bordados de bayeta (bordados a mano en tela tejida con lana de oveja) han tomado fuerza y se los usa principalmente para fabricar cojines y apliques de fibra de cabuya.
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Distancias:
10.0 km de Riobamba
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