La historia de La Llorona de Archidona es una de las leyendas más conocidas.
Cuenta la tradición que La Llorona de Archidona era una mujer indígena de gran belleza y origen humilde, perteneciente a la comunidad kichwa. Se enamoró profundamente de un hombre mestizo español durante la época de la colonización. La relación fue mal vista tanto por los colonos españoles como por su propia comunidad indígena, quienes la consideraban una traición a sus raíces y costumbres.
El hombre, un aventurero español, prometió desposarla y llevarla a una vida mejor. Sin embargo, una vez que ella quedó embarazada, él la abandonó, regresando a España y dejándola sola. Devastada y temerosa de enfrentar el rechazo de su comunidad, la mujer fue presa de la desesperación y tomó una decisión trágica: llevó a su hijo recién nacido hasta las orillas del río Misahuallí, cerca de Archidona, y lo arrojó al agua, donde desapareció entre las corrientes.
Tras cometer este acto, la mujer se arrepintió inmediatamente y se lanzó al río para intentar salvar al bebé, pero ambos se ahogaron. Desde entonces, se dice que su espíritu vaga por los alrededores del río y las calles de Archidona, especialmente durante las noches de luna llena, sollozando y buscando a su hijo perdido.
La leyenda está profundamente arraigada en las creencias de los pueblos indígenas kichwas del Napo. Para ellos, los ríos y la naturaleza son seres vivos que guardan espíritus protectores y castigan a quienes los profanan o les faltan al respeto. El espíritu de la Llorona simboliza el dolor y la tragedia, pero también representa un mensaje de respeto hacia la naturaleza y las consecuencias de las malas acciones.
La leyenda de la Llorona de Archidona es más que un simple cuento de terror. Como muchas leyendas ecuatorianas, tiene una función moralizante y preventiva. Se utiliza como advertencia para que los niños y jóvenes no se acerquen solos a los ríos, especialmente en las noches, y también como una reflexión sobre las consecuencias de las promesas rotas y la deshonra.
Algunos mayores de la comunidad kichwa creen que La Llorona también cuida de los bosques y los ríos, castigando a quienes contaminan o destruyen la naturaleza.
En Archidona, la leyenda de La Llorona ha influido en las festividades y narrativas culturales. En eventos como la Fiesta de la Chonta, los relatos de esta historia se comparten como parte de las tradiciones orales que buscan preservar la identidad cultural y las creencias ancestrales.
Lugar clave de la leyenda. Se dice que en las noches, especialmente cuando hay neblina, se pueden escuchar los lamentos de la Llorona.
La Llorona de Archidona es un relato que habla sobre la pérdida, el arrepentimiento y la búsqueda de redención, pero también recuerda el respeto hacia las fuerzas de la naturaleza y la importancia de honrar las promesas. Los habitantes de Archidona mantienen viva esta leyenda, integrándola en sus tradiciones, y su historia sigue transmitiéndose de generación en generación como una advertencia y un recordatorio de que las malas decisiones pueden tener consecuencias eternas.
Revisado y redactado por: Cesy Gómez, editor de ViajandoX | 13 de enero del 2025